El Gobierno ha decidido ampliar un año el plazo para que entre en vigor el sistema de facturación digital Verifactu, aplazamiento que ya ha ocurrido con anterioridad, una herramienta clave dentro de la estrategia de digitalización y control fiscal impulsada por la Ley Antifraude. Aunque su aplicación obligatoria estaba inicialmente prevista para el 1 de enero de 2026, finalmente no será hasta 2027 cuando empresas y autónomos deban adaptarse.
El retraso se recoge en un Real Decreto aprobado esta semana, una decisión que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzó previamente en una entrevista en Rac1 y que responde a un compromiso alcanzado con Junts per Catalunya.
Con este aplazamiento, los plazos quedan así:
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Para empresas con una facturación inferior a seis millones de euros: 1 de enero de 2027.
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Para autónomos: 1 de julio de 2027.
El nuevo calendario da un respiro a quienes aún no habían completado su proceso de adaptación o estaban valorando qué software utilizar.
Aunque el nombre se ha hecho muy habitual en los últimos meses, muchas personas todavía no tienen claro qué es exactamente Verifactu.
Se trata de un nuevo sistema regulado por la AEAT que obliga a las empresas y profesionales a utilizar programas de facturación certificados. Estos programas deben garantizar que cada factura se genere con información íntegra, inalterable y trazable.
El objetivo es evitar la manipulación de los registros de facturación. Hasta ahora, algunos programas permitían borrar o modificar facturas sin dejar rastro, lo que dificultaba el control fiscal. Con Verifactu, cualquier corrección deberá hacerse mediante una factura rectificativa vinculada a la original, de modo que todo el historial quede documentado.
En esencia, Verifactu no solo digitaliza la facturación, sino que establece un marco de seguridad y transparencia que reduce las posibilidades de fraude y homogeniza el funcionamiento del sistema en todo el país.
A partir de 2027, millones de pequeñas empresas y autónomos deberán utilizar un software de facturación certificado que cumpla con los requisitos de la Agencia Tributaria. Cada factura generará un registro único y no modificable, y todos los datos deberán mantenerse accesibles para posibles comprobaciones.
Para facilitar la transición, la Agencia Tributaria ya ha puesto a disposición de autónomos y empresas una aplicación gratuita de facturación. Esta herramienta está pensada especialmente para quienes emiten pocas facturas, permitiéndoles generarlas electrónicamente y enviar los registros directamente a Hacienda sin necesidad de adquirir un programa privado.
Aunque la entrada en vigor se retrasa hasta 2027, los expertos recomiendan utilizar este tiempo para prepararse:
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Revisar el sistema de facturación actual y comprobar si será compatible con Verifactu.
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Informarse sobre los programas certificados y planificar la transición.
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Formar al personal encargado de la facturación para evitar problemas cuando el sistema sea obligatorio.
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Aprovechar la herramienta gratuita de la Agencia Tributaria en caso de necesitar una solución inmediata o sencilla.
La decisión de aplazar Verifactu ofrece margen adicional para adaptarse, pero confirma que la facturación del futuro en España será más digital, más trazable y más segura. Prepararse con antelación permitirá a pymes y autónomos afrontar el cambio de manera más cómoda y sin sobresaltos.
Aunque el sistema Verifactu no será obligatorio hasta 2027, durante este periodo de transición todavía existe la opción de seguir utilizando métodos de facturación tradicionales que no están bajo el estándar Verifactu, siempre que cumplan la normativa vigente. Sin embargo, la forma en la que Verifactu estructura, registra y valida cada factura hace que la adaptación no sea tan simple como “cambiar de programa”. Requiere comprender nuevos flujos de trabajo, requisitos técnicos y procesos de trazabilidad que, para muchas pymes y autónomos, pueden resultar difíciles de implementar por cuenta propia.
Por eso, es importante contar con un asesoramiento especializado, que garantice una transición correcta y evita problemas cuando el sistema se vuelva obligatorio en 2027.
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